viernes, 9 de septiembre de 2011

ESTOY CONTIGO

"No tengas miedo... estoy contigo..." Aquellas fueron tus últimas palabras... Eran otros tiempos, lo sé: acabo de cumplir ochenta y siete años, y me duele incluso el alma... Me casé, tuve hijos, nietos, y hasta dos bisnietos... Pero tú lo sabes de sobra, ¿verdad?


Por alguna extraña razón, te olvidé, lo siento mucho. Tal vez porque verte morir, en la cama de tu habitación de niño, con viejos carteles de películas de aquella época, con tu pelota "de cuero del bueno, ¿eh?" y tu oso de peluche a tus pies, no pude más... Lloré, como nunca, porque eras todo mi universo, y no paraba de recordar tus últimas palabras... Unas horas después, mi padre, que estaba probando su nueva cámara, me hizo varias fotos, entre ellas, esta, que he puesto sobre la mesa del comedor, y que miro entre lágrimas... Mi padre no me la enseñó, jamás...


Hoy la he descubierto, casi ochenta años después... He recordado tus palabras... y una vez más te he escuchado decírmelas... con ese leve olor a caramelos de regaliz, y tu suave acento andaluz... "No tengas miedo... Estoy contigo..." Y cuando me miro en el espejo, te veo, sonriendo levemente, y comprendo dos cosas: que nunca me abandonaste... y que has venido a buscarme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.