domingo, 11 de septiembre de 2011

TU HERMOSA SONRISA

Sueño con verte de nuevo, con decirte "¡Buenos días, princesita!", y sentir una vez más la secreta sinfonía de las palabras que jamás te he dicho, ni te diré.. tal vez proque no son necesarias... o por el peso de los convencionalismos...

Me acuerdo perfectamente de nuestro último encuentro, hace tantísimo tiempo, que yo era todavía joven, y tú... bueno, tú eras mucho más joven, apenas una adolescente... Tu sonrisa me persigue desde hace tanto tiempo, que busco su reflejo en mil espejos rotos, y que no puedo soportar haberla perdido, sin que jamás haya sido completamente mía... Y tus ojos, inmensos, soñadores, inauditos... increíbles... indescifrables... cuando me seguían durante la clase... Siempre me gustó la forma en que sonreías cuando eras feliz... Que parecía que el mismo cielo te respondía...

Seis meses juntos, tal vez unos días más, y a veces me parecía que era justamente tu sonrisa y tu mirada la que me daba fuerzas para enfrentarme a los demás días, de un profesor interino que sigue buscando su lugar. Eras francamente brillante en los estudios, en todas las materias, y yo me sentía orgulloso... Recuerdo también el viaje a París, con veinte alumnos y cuatro profesores del Instituto, el larguísimo trayecto en tren, toda una noche... Fueron unos días hermosos, quizás porque a todos nos cautivó el ambiente de aquella ciudad increíble, ver un poquito del Louvre, pasear en Bateau Mouche, y sumergirnos en un idioma distinto... Creo que el viaje fue un éxito, y todos, profesores y alumnos, lo pasamos muy bien...

Un par de meses después, llegó el final del curso, y al mismo tiempo, la despedida... Recuerdo que nos hicimos las últimas fotos, al terminar la clase, con todos los alumnos de 4º D, mi clase favorita... Y que me regalasteis, entre todos, un ejemplar con la versión bilingüe de "El Principito", firmado por toda la clase... Yo te regalé también un libro, "Les vacances du petit Nicolas" (las vacaciones del pequeño Nicolás), y te di mi tarjeta de visita, por si en algún momento me podías necesitar...

Hace un par de días, sonó el teléfono, y escuché tu voz... Siete años después, todavía te acordabas de mí, y no solo eso, sino que habías conservado mi tarjeta... Cuando me dijiste, con tu hermosa voz, "Bonjour, prof..." (Hola, profe...), con tu acento parisino, algo extraño me pasó, casi como viajar atrás en el tiempo.. Y cuando me propusiste que nos vieramos de nuevo, para tomar un chocolate a la taza bien calentito en el Café Comercial el día siguiente a las siete de la tarde... bueno, casi no podía creerlo...

Cuando entré, diez minutos antes, me puse a buscar una mesa que me permitiera ver a todas las personas que entrasen en el Café Comercial, porque tenía miedo de no poder reconocerte... Mi única referencia era una vieja foto de carnet, pegada en tu ficha, y las imágenes del viaje a París... Y los adolescentes cambian tanto... Pero cuando he visto a aquella hermosa chica morena, con vaqueros, sandalias y un top, me quedé deslumbrado... Y cuando me viste, y te dirigiste hacia mí, ofreciéndome la mejor de tus sonrisas, no me quedó ninguna duda: eras tú... Lucía... Me diste dos besos en las mejillas... y me dijiste "Ça va, prof?", con tu encantador acento parisino... y me miraste con tus imnensos ojos castaños... y me sonreiste...
Y entonces, durante unos segundos, pensé que todo era posible... Incluso a pesar de que no pudiera hacer otra cosa que mirarte... y sonreirte... ¿Cómo podría explicarte mis sentimientos hacia tí, hasta qué punto me hacías sentir más mayor y responsable cada vez que me sonreías en clase? ¿Cómo hacerte entender que yo, en aquellos minutos, me sentía como Pigmalión, al comprobar en la hermosa mujer en que te habías convertido? Si ni siquiera yo podía entenderlo demasiado bien...
Y ahora, cuando de veo nuevamente, me siento tan viejo: tú, con poco más de veinte años, y yo, casi con cuarenta... hablando tranquilamente en francés... cada uno con su taza de chocolate bien caliente... Hasta que, de repente, me dices aquellas palabras que inconscientemente estaba deseando escuchar de tus labios...

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