Algunas personas son capaces de meterse, despacito, y casi sin que te des cuenta, en tu corazón... Y allí se quedan, con el paso del tiempo, y de las personas... incluso de los amores, transformadas en recuerdos de lo que pudo haber sido... y nunca fue... Una dulce amistad, de todas formas, que te devuelve las fuerzas...
Son amores imposibles, es cierto, pero recordarlos te hace sentir mejor, quizás incluso más vivo...Y te proporcionan un calor extraño, un rubor en las orejas, o bien el corazón se salta algunos latidos de golpe... Son cosas que pasan... y que dan más valor a la vida... y reviven la esperanza en los malos tiempos...
Quizás por eso, su imagen, sus increíbles ojos oscuros, y su sonrisa acuden a mi memoria, cuando pienso en el mar...
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