viernes, 9 de septiembre de 2011

SOBRE LAS PEQUEÑAS COSAS

Vivir... En el fondo, sabes muy bien que es lo único importante en esta vida, si tienes tus necesidades básicas cubiertas, y mal que bien, llegas a fin de mes, y disfrutas, como decía mi padre, "de una mala salud de hierro", con los típicos achaque de la edad: algo de reúma, un pelín de artritis, las dichosas alergias, la astenia primaveral, y por supuesto, los triglicéridos disparados según los últimos análisis... Vivir, e intentar sentirte realizado, en los pequeños aspectos donde tienes el control de tu existencia: conducir, cocinar, escuchar música, el placer que produce "Atom heart mother", a última hora de la tarde, la siesta gatuna, ir al cine con un amigo...

Y procuro vivir por, para y en el presente: es la única certeza que me queda. No hago planes para el futuro, será que la barrera de los cuarenta y uno está siendo más dura de lo que pensaba... O bien que ya me quedan muy pocas ilusiones por las que valga la pena luchar... Atrapado, esa es la palabra: en mi cuerpo, me sobran unos cinco kilos; en mi trabajo, no me gusta, pero me da para vivir... y para algún capricho de vez en cuando; en mi familia, y eso que las cosas han mejorado bastante; y por algunas de mis manías, le tengo auténtica fobia al teléfono... y a las patatas fritas...

Necesito certezas, creer que las cosas pueden cambiar a mejor... Me muevo, por el limbo de las editoriales, tratando de colocar el libro de historias de terror lejos del circuito de la autoedición, mas está claro que en nuestro pequeño país, somos miles de escritores y de bloggers buscando un lugar bajo el sol, y si mandas algo, te conviertes en una muestra de correo no deseado... El otro proyecto, la "novela romántica" o "rosa", va muy bien: le estoy dando salida a decenas de sentimientos que jamás convertí en palabras, y tengo a Yolanda, una exquisita musa, nacida de un torrente de amor jamás compartido... aquella es la esencia del romanticismo... Al mismo tiempo Yolanda, y la novela propiamente dicha, no dejan de ser una forma de vivir por poderes lo imposible, y posiblemente, de cerrar una herida en el corazón y en el alma, que lleva demasiado tiempo sangrando. Es un ciclo vital, y cuando lo termine, podré embarcarme en otro: arreglar mi presente... ya no queda mucho, creo que otras ciento cincuenta páginas... pero si ya está siendo complicado colocar los relatos de terror, una novela romántica de setecientas páginas (tamaño bolsillo) se puede convertir en un superventas... de un solo ejemplar, quizás de dos, pero de autoedición... aunque seguiré intentándolo, lo más difícil suele ser escribir... y tengo otra novela a medias, de ciencia ficción... y después, otra al mejor estilo de Tom Clancy, pero esa me llevará mucho tiempo, me temo...

Escribir... la escritura como sustituto de la realidad, más bien, como sublimación, sustituto, o paliativo... Algunas veces, pasan por delante de mis ojos la típica frase, un letrero luminoso estilo peli americana, donde pone: "¿Si fueras feliz, si tu vida se correspondiera con tus sueños, si estuvieras viviendo más o menos como en la historia de Ismael y Yolanda... escribirías?" Y la respuesta, me temo, sería que no... La feliz lobotomía de las personas que se sienten realizadas... que no necesitan navegar ni bucear por los mundos de tinta... en busca siempre de una sirena que te haga soñar... que las hadas no me han dado buen resultado...

Soy un soñador, alocado y pendenciero... Me cuesta abrirme a la gente, pasar de una amistad circunstancial en la red, ya sabes, el típico amigo de un amigo de un amigo, a la cercanía que otorga el chat, o compartir canciones, y en mi caso, en dedicar poemas, o escribirselos a una amiga... He tenido la suerte de ir conociendo personas interesantes, en el "carapocha", en "tú lo escribes" y en "creatividad internacional", gente con quien compartir momentos buenos y malos, que también los hubo...

Pero, en el fondo, lo importante es seguir soñando... con princesas malas, hadas seductoras, príncipes estúpidos, y dragones buenos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.