miércoles, 24 de agosto de 2011

SUEÑOS DE OTRA VIDA...

Abro los visillos, para dejar que mi mente divague por los colores del atardecer, que se acerca, lento pero inevitable, como el final de un amor o la misma muerte... Un dolor de cabeza, que goza de perfecta salud, se empeña en desmostrarme que él es hoy quien manda en mí, y no me quiero tomar otra aspirina, ni nada más... Como dice la canción, "gramos de aspirina y de paracetamol corren por mis venas", y si no es así, seguro que la recordarás en su versión original. "litros de alcohol corren por mis venas..." ¿Verdad que te suena?

Me parece que casi una semana después del final teórico de mis vacaciones, hoy me embarco de lleno en el síndrome pos-vacacional, pero con todo el equipo: esa sensación de quedarte vacío por dentro, cuando además el que sea sábado te importa tres pimientos, que para los casados no parecen regir los mismos refranes, y más bien prima el "uno en febrero, otro en febrero, otro en marzo..." antes que cualquier "sábado sabadete, camisa limpia..." Por cierto... en verano, casi nunca llevamos camisa si estamos de vacaciones... ¿Acaso no sería necesaria una actualización, que tenga que ver con las chancletas, el bermuda o la camiseta de "Iron Maiden" (lo digo porque es la que llevo puesta hoy)?
Hace dos semanas, cuando estuve en Cádiz con mis suegros y mi prima, intenté cargarme a tope las baterías con el olor del mar, el yodo, el viento, y sobre todo, el sol... Mi dragón se quedó contento en su primer contacto con el agua de mar... y es curioso cómo la piel reacciona con el agua helada... Soplaba el viento de Poniente, no había casi nadie bañándose, y en cuanto me lancé directo como un "Mihura" hacia el Atlántico, comprendí el motivo del escaso público: estaba fría no, gélida... Pero como algunos chicarrones de Madrid somos bastante bestias (se nota que mi abuelo era vasco por accidente), seguí corriendo mar adentro, hasta lanzarme con el mejor estilo de rana toro por encima de una ola...

¿Quieres saber un secreto? Lo que más me gusta del mar es su sonido (lo grabé con el móvil, pero no es lo mismo), su aroma, el movimiento de las olas, el calor del sol... pero odio las algas... y el agua fría... Salí en la mitad de tiempo que entré... y luego, el tradicional posado fotográfico con la familia... menos mi suegro, que se quedó paseando a la sombra por el Paseo Marítimo... y un paseo por la orilla con mi suegra... Una vez secos, nos fuimos todos a comer a un restaurante que conocía mi suegro... y volvimos al pueblo...

Con un poco de suerte, el mes de agosto me escaparé un fin de semana a la playa, y tal vez unos días en septiembre, no sé... De momento, me conformo con el recuerdo de lo vivido en estos días... Podría haber sido más, por supuesto, y mejor... He dormido demasiado, comido lo justo, y trabajado con la novela, la segunda, que supera las setecientas páginas... aunque tendré que ponerme las pilas, para los idus de septiembre... ¡Que la fuerza nos acompañe, Estefanía-Ben-Kenobi y Javier-Sama!

Libertad, en el fondo, de eso se trata, de alejarte de la rutina, del dichoso uniforme marrón auto-ensuciable con camisa a juego de color beige, con dos letreritos amarillos... Quizás por eso, no quiero saber nada de "ropa formal", hace unos tres años que no me pongo un traje de chaqueta salvo en bodas y funerales, y ni siquiera utilizo camisas: me paso el verano en con piratas, camisetas heavys, sandalias o chancletas; y el resto del tiempo, cambio los zapatos por las botas de trabajo, y me pongo alternativamente las distintas cazadoras de cuero, y alguna vez el forro polar con gore-tex...

Y, en todo momento, seguir soñando con el mar... y con aquél lejano atardecer... y otra vida...

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